LA MORADA HACIA LA ETERNIDAD

Ultimenete voy de necrófilo, pero es un tema digno de comentar, puesto que a todos nos va a llegar. Esto viene, porque hace unos años cuando enterré a mi padre, a la hora de llevarlo al cementerio, y colocarlo en el nicho, me dí cuenta, de que todo alli era extraño. Me explico, los muertos que le rodeaban por arriba y por abajo, el lugar que es bastante tétrico y sobre todo la soledad. Esto para los que no crean en nada, les dará igual. Pero yo por si acaso, aunque tampoco termino de creerme nada , a partir de entonces me empezo a rondar la idea, de porque tengo que terminar en un cementerio, porque esté asi establecido. Y ahora viene mi idea. El día que abandone este mundo, lo primero la incineración, al fin y al cabo vamos a terminar todos en polvo. Agunos se creen que van a resucitar tal y como los enterraron, yo si fuera con 18 años no digo que no, pero de viejo, una leche. Despues que esté metido en un jarron o una urna, el paso siguientes es, que alguien que deje encargado me deposite a los pies de un pino muy grande que tengo en cima de un monticulo, donde me he echado grandes siestas, incluso hablo con el pino, por lo que sera una excelente compañía. Para mas inri, desde alli se divisa un bonito paisaje y cerca pasa una carretera, para estar siempre curioseando. Todos estos sitios forman parte incluso de mi niñez, por lo que cuanto mas viejo, mas los añoro, y que mejor sitio que permanecer por estos alrededores por toda la eternidad, en vez de, en un triste cementerio atestado de dadaveres desconocidos y acabar siendo una hilera y un numero. Venga animaos.

4 comentarios:

Verónica O.M. dijo...


Pues yo pienso igual más o menos.
A mi marido se lo he dicho muchas veces, ¡si me muero antes que tu, que me icineren! el me dice que ¡no! que se lo diga a mis hijos. Y en esas estamos, de momento no tengo ninguna intención de marcharme, pero estas cosas ya sabemos todos como funcionan, espero poderles convencer.
Yo si que creo que hay algo después, para que al rompecabezas le encajen todas sus piezas, debe existir algo, pues sino la vida no sería justa.
Bueno amigo, ya me iré pasando a ver que te dicen otr@s
Un abrazooo

G dijo...


Joer Curro ¿no tienes algo más anímico que escribir?.
Después de mi larga ausencia, entro y lo primero que leo es esto: ya te vale hombre.
Me pronuncio una chispilla al respecto y termino porque son temas que a mi no me gustan a parte de ser dolorosos por el motivo que tú sabes.
Yo también deseo ser incinerada, pero lo que sí tengo claro y le digo a mi hija es que lo que sea más barato.
También depende de como se muera uno, no se.
Ufff, no sigo escribiendo. Después de 4 años, no estoy preparada.

Mercedes Pinto dijo...


¡Qué ganas tengo que nos hables de algo bonito! No sé, de la primavera, del amor, de la sonrisa, de... tantas cosas bellas que también hay a nuestro alrededor.
Pero en fin, ahí va mi opinión:
A mí que me entierren como se ha hecho toda la vida, a ser posible igualito que a Jesucristo. Pero claro, como los tiempos cambian, quiero que me entierren con un móvil última generación y que en vez de llevarme flores, mientras me rezan el Padrenuestro (oración que me encanta) que me lo carguen, que nunca se sabe si tendré que hacer una llamada.
Un abrazo.

Isabel Martínez Barquero dijo...


Te doy la razón, Curro. Yo no quiero verme enterrada ni muerta, aunque las cenizas de la incineración también se pueden depositar en una tumba.

A mí que me quemen, y así lo tengo dispuesto en los papeles mortuorios desde que cumplí los 30 años. Ni muerta quiero un bicho cerca.

Y un pino con tanta vida tuya atesorada es un buen lugar para la eternidad.

Un abrazo.